17 sept 2013

¿Cuales serán las consecuencias economicas de tener un estado propio?. Col.lectiu Wilson.

Extracto traducido al castellano  del articulo  escrito por Col.lectiu Wilson  en fecha 13 de Noviembre de 2012 Europa, Europa.


La gran pregunta del debate sobre la Independencia de Cataluña es: ¿Cuales serán las consecuencias economicas de tener un estado propio?.


Extracto articulo traducido al castellano:

Todas estas amenazas sólo tienen un objetivo: atemorizar a los ciudadanos (a menudo con planteamientos absurdos sobre fronteras imaginarias y apellidos prohibidos). Pero no hacen más que demostrar la debilidad de España, ya que intentan ganar el referéndum a base de impedir que se haga: piensan que si a la gente le entra el miedo, nuestros dirigentes se asustaran y así el referéndum nunca se llevará a cabo. Pero aunque sea parte de la campaña del miedo, los miembros del Colectivo Wilson pensamos que es poco serio que se digan según qué cosas y se hagan según qué afirmaciones. 
Es por eso que hemos decidido hacer público un comentario analizando la posibilidad de que Cataluña pueda quedar "fuera de Europa". Aunque no ha habido nunca en la historia de la Unión un proceso similar al que han empezado Escocia y Cataluña, es posible hacer un análisis frío de la situación. Y si se hace, uno llega a la conclusión de que los escenarios catastróficos dibujados en Madrid son falsos, incluso si (tal como amenazan algunas autoridades españolas) España resistiera con la máxima energía la voluntad de los catalanes.

Lo primero que hay que entender es que eso de "salir de Europa" en realidad no significa nada, ya que Europa la conforman una multitud de tratados, grupos e instituciones. Para aclararlo un poco, el gráfico adjunto muestra los numerosos grupos, espacios y acuerdos que hay en Europa y quien forma parte de cada uno de ellos: está el Consejo de Europa, la Unión Europea, la Eurozona, el espacio Económico Europeo, el Acuerdo Europeo de Libre Comercio (EFTA) y el espacio Schengen. 
Los diferentes grupos, acuerdos y espacios representan compromisos sobre diferentes aspectos económicos y políticos. Por ejemplo, los miembros del espacio Schengen se han comprometido a dar libertad de circulación de personas dentro de sus territorios (de modo que cuando hacemos turismo y vamos de un país del espacio Schengen a otro-como por ejemplo cuando vamos de España en Francia-, ni siquiera hay fronteras ni policías que nos piden los pasaportes). La Unión Europea, por su parte, es una asociación de estados con un mercado único integrado y, al mismo tiempo, con instituciones políticas comunes. Pero, una vez más, esta es una de las múltiples soluciones que se utilizan en Europa para asegurar la integración económica a nivel continental.


Es de suponer que la amenaza hace referencia a la Unión Europea, aunque, recordemos, los tratados de la UE no dicen nada sobre procesos de ampliación interna. Es decir, no dicen nada sobre el proceso de adherirse miembros que se independizan de países que ya son miembros: ni los regulan, ni los prohíben. Pero pongámonos en el caso más pesimista e imaginemos que, en caso de independencia, Cataluña deja de formar parte de la Unión Europea. Querría decir esto que al día siguiente del referéndum se erigirían fronteras entre Cataluña y el resto de la UE? Querría decir que si gana el sí, los catalanes dejaríamos de poder viajar sin pasaporte por Europa, que nuestras mercancías deberían pagar aranceles a la hora de exportarlos a la UE, y que los capitales dejarían de poder circular entre Cataluña y el resto de la UE? Y quisiera decir esto que para volver a ingresar y volver a disfrutar de todos estos derechos y libertades de circulación, deberíamos esperar que España dejara de vetar nuestra incorporación a la UE? La respuesta a todas estas preguntas es: NO. Rotundamente NO.